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martes, 7 de febrero de 2012

Luego del discurso de CFK, golpearon a Díaz Bancalari

El diputado nacional por el kirchnerismo José María Díaz Bancalari fue agredido en reiteradas ocasiones esta noche, y a golpes de puño, al salir de la Casa Rosada, luego de participar del acto de la presidenta, Cristina Fernández, sobre Malvinas
Tras el anuncio de la presidente Cristina Kirchner el diputado nacional José María Díaz Bancalari fue agredido por un grupo de manifestantes que lo insultaron y lo golpearon.

El hecho ocurrió cuando el legislador oficialista hablaba con la prensa y expresaba su satisfacción por el mensaje presidencial, y en ese momento varias personas lo atacaron con insultos y lo obligaron a interrumpir la charla.
Cuando el diputado se alejó para hablar en un lugar más tranquilo, el grupo de Veteranos de la provincia de Buenos Aires volvió a entrar en escena, pero esta vez con mucha más violencia: el diputado recibió varios golpes de puño y tuvo que refugiarse en otra zona para no sufrir más castigo.

Minutos después, Bancalari dijo: "No sé qué pasó, es gente que viene a provocar. Yo no dije nada, sólo ratificaba la decisión de volver en paz a las Malvinas”. “Son mandados, no sé por quién, pero no quieren que esta causa sea reivindicada por la Presidente”, completó.

La historia no terminó ahí, porque instantes después el mismo grupo de personas volvió a divisar al diputado, lo persiguió y entre varios le pegaron violentos golpes de puño y patadas.
Uno de los agresores, que llevaba ropa militar, intentó justificar la agresión: "Él (Díaz Bancalari) nos agredió primero, nos hizo gestos desafiantes; por eso yo le pegué una patada en la espalda".
Tras el tumulto producido, el diputado se dirigió a su auto. Al subir al vehículo también fue agredido por al menos cuatro personas quienes patearon el automóvil. Efectivos de la Policía Federal debieron intervenir para apartar a los agresores.

Moyano afloja las cuerdas y le quita tensión a la pelea

El líder de la CGT bajó algunos decibeles en la pelea que mantiene con el oficialismo, al sostener que la relación con el Gobierno está en "compás de espera" y no “rota”. Adelantó que hoy asistirá a Casa de Gobierno: “la Presidenta nos invitó a una reunión y voy a ir”, afirmó
No se sabe que pasará en la novela Moyano – Cristina Fernández. Lo que si se sabe, y está quedando a la vista sobre la mesa, es que el futuro de esa relación pasa, casi exclusivamente, por lo que decida la mandataria. Días atrás, el titular de la Central Obrera había cuestionado fuertemente a Fernández de Kirchner y se mostró lejos del kirchnerismo.

Sin embargo, todo cambió. Sólo bastó que la mandamás lo convocara para una reunión en Casa Rosada, para que el sindicalista se anestesie.

"La relación con el Gobierno no está rota”, sólo hay “un compás de espera", explicó el titular de la Confederación General del Trabajo. "Mañana la Presidenta nos invitó a una reunión y voy a ir", agregó.

"Sí, mañana -por hoy- voy a ir porque nos ha invitado la Presidenta, no solamente a nosotros sino a muchos dirigentes gremiales”, al tiempo que rezó que la relación “se active".

"Lo más importante es la respuesta a los reclamos que es lo que la gente está esperando", señaló Moyano.

Otra reunión que anunció el sindicalista es la que mantendrá con el Gobernador bonaerense. "Me voy a reunir con Scioli, seguro", anunció.
Una de las pocas críticas que esbozó en la jornada de ayer fue hacia los laderos de la Presidente: "una cosa es la lealtad y otra, la obsecuencia debida, yo para eso no sirvo".
"A los muchachos los mandan a decir algo y dicen cualquier cosa", en un golpe dirigido a Florencio Randazzo, Aníbal F. y Amado Boudou.
Por otro lado, también se refirió a los rumores sobre un intento por parte del oficialismo nacional para presionar a la justicia. "Si yo tuviera algún temor, me estaría arrastrando al Gobierno. Que hagan lo que quiera, yo estoy mucho más tranquilo que muchos de los que me acusan", explicó.
Sobre las próximas paritarias, sentenció que "es un absurdo hablar de un 15 ó 18 por ciento. La inflación fue bastante superior a eso y en los supermercados se ubica en un 24 ó 25 por ciento. Esa es la tendencia".
El líder de la CGT bajó algunos decibeles en la pelea que mantiene con el oficialismo, al sostener que la relación con el Gobierno está en "compás de espera" y no “rota”. Adelantó que hoy asistirá a Casa de Gobierno: “la Presidenta nos invitó a una reunión y voy a ir”, afirmó
No se sabe que pasará en la novela Moyano – Cristina Fernández. Lo que si se sabe, y está quedando a la vista sobre la mesa, es que el futuro de esa relación pasa, casi exclusivamente, por lo que decida la mandataria. Días atrás, el titular de la Central Obrera había cuestionado fuertemente a Fernández de Kirchner y se mostró lejos del kirchnerismo.
Sin embargo, todo cambió. Sólo bastó que la mandamás lo convocara para una reunión en Casa Rosada, para que el sindicalista se anestesie.

"La relación con el Gobierno no está rota”, sólo hay “un compás de espera", explicó el titular de la Confederación General del Trabajo. "Mañana la Presidenta nos invitó a una reunión y voy a ir", agregó.
"Sí, mañana -por hoy- voy a ir porque nos ha invitado la Presidenta, no solamente a nosotros sino a muchos dirigentes gremiales”, al tiempo que rezó que la relación “se active".

"Lo más importante es la respuesta a los reclamos que es lo que la gente está esperando", señaló Moyano.
Otra reunión que anunció el sindicalista es la que mantendrá con el Gobernador bonaerense. "Me voy a reunir con Scioli, seguro", anunció.
Una de las pocas críticas que esbozó en la jornada de ayer fue hacia los laderos de la Presidente: "una cosa es la lealtad y otra, la obsecuencia debida, yo para eso no sirvo".
"A los muchachos los mandan a decir algo y dicen cualquier cosa", en un golpe dirigido a Florencio Randazzo, Aníbal F. y Amado Boudou.
Por otro lado, también se refirió a los rumores sobre un intento por parte del oficialismo nacional para presionar a la justicia. "Si yo tuviera algún temor, me estaría arrastrando al Gobierno. Que hagan lo que quiera, yo estoy mucho más tranquilo que muchos de los que me acusan", explicó.
Sobre las próximas paritarias, sentenció que "es un absurdo hablar de un 15 ó 18 por ciento. La inflación fue bastante superior a eso y en los supermercados se ubica en un 24 ó 25 por ciento. Esa es la tendencia".

La Presidenta denunció que Gran Bretaña está "militarizando el Atlántico Sur, una vez más"

TELAM
La Presidenta anunció esta que la Argentina presentará una queja formal ante la ONU por la militarización que lleva adelante Gran Bretaña en la zona. Además, firmó el decreto para que en 30 días se abra el informe Rattenbach. Fue en Casa de Gobierno en un acto al que asistieron funcionarios, gobernadores dirigentes del oficialismo, la oposición, sindicalistas, entre otros invitados.
Cristina reivindicó la pertenencia de las Malvinas a la Argentina por cuestiones "históricas, geográficas y hasta de zoología".

"Deberíamos considerar más los días 1 y 2 de enero cuando se cumplen 183 años de la usurpación inglesa de Malvinas; recordar que en 1806 se rechazaron las invasiones inglesas y que en 1845 se rechazó el bloqueo anglo-francés", remarcó la Presidenta.

La mandataria aseguró además que "Malvinas ha dejado de ser una causa de los argentinos para convertirse en una causa Latinoamericana y global", lo que consideró que es "uno de nuestros mayores logros".
"Escuché opiniones de periodistas e intelectuales acerca de que, en aquel momento, el pueblo argentino apoyó la guerra de Malvinas y, por tanto, no deberíamos quejarnos", criticó la mandataria.
Cristina señaló que "los medios de comunicación convirtieron la guerra en causa masiva con la frase `ya ganamos` y a través de ella la dictadura vio oportunidad de poder quedarse eternamente", afirmó.
La Presidenta firmó el decreto 200 en el que dispone el “levantamiento del secreto político y militar” dispuesto por la última dictadura en 1982 en referencia al conflicto bélico en las islas Malvinas, el cual “cesa la inaccesbilidad de los datos”.
Cristina firmó el decreto en la Galería de los Patriotas Latinoamericanos en la Casa Rosada antes de pronunciar su discurso.